07.11.2011
No me gusta la tecnología diminuta, fría, aséptica, a la cual únicamente hay que oprimirle un botón, sin que haga ruido alguno.
No me gusta la tecnología diminuta, fría, aséptica, a la cual únicamente hay que oprimirle un botón, sin que haga ruido alguno.
En cambio, me gusta todo lo que tiene que ver con la tecnología gigantesca, estruendosa, grasienta, de apariencia maltrecha y demente, con ambiciones de llegar a donde nunca ha llegado jamás; siempre cometiendo errores garrafales, lo cual implica que pueden aplastarse dínamos enormes, causando millones de explosiones espectaculares.
Pueden llamarme anacrónico, dinosaurio, vejestorio, o lo que sea, pero en mi interior llevaré un científico loco por siempre.
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