jueves, 26 de enero de 2012

CRÓNICAS (NO MARCIANAS) DE MODA Y ESTILO

24.11.2011

Por fin leí las historias de escritores reconocidos que contiene la revista GQ de este mes. Compré el ejemplar hace una semana, pero recién hoy me tome la molestia de leer los textos. Escriben: Mario Bellatín, Álvaro Enrigue, Jorge Volpi, Hernán Lara Zavala, y Guillermo Fadanelli.

Me sorprendió Bellatín. Antes le había leído en obras de escritura cerebral y breve. Pero me encantó conocer de su abuelo italiano y el escape que le representaba montar una bicimoto Vespa Ciao color rojo de su diabetes progresiva y mortal.

Tal vez no tengo tantas referencias sobre el trabajo de Enrigue, pero me gusta como responde cuando lo entrevistan. Su texto es mitad ensayo sobre el deporte del tennis, y la otra mitad una anécdota simplona sobre un par de Converse sucios. No tenía expectativas, pero ya no me confiaré con él. Hubiese bastado con que tomara las últimas líneas de lo que hizo, y desde ahí empezar a redactar algo interesante. Lástima.

Jorge Volpi narra la intensa crónica de un amor violento através de un pañuelo. Es un autor al que siempre le he sacado la vuelta por creer que escribe de cosas aburridas y distantes, mas su manera de abordar la historia de Otelo y Desdémona me pareció entrañable.

Hablar de corbatas puede ser inesperado, pero no sorprendente, ni impactante. Hernán Lara Zavala hace una labor digerible, amena, pero que no me movió gran cosa. Eso sí, la imagen de una mujer desnuda con una corbata puesta ha quedado en mi memoria erótica, y será una deuda a mis fantasías en los años venideros.

Por último, pero no menos que los otros, uno de mis escritores consentidos: Guillermo Fadanelli. Su forma de escribir es hipnótica, y con cierta rabia, amargura o esclareciemiento que tienen sus textos. En esta ocasión nos habla  cuando lo echaron de su cama por culpa de un mujer...que estaba grabada en su camiseta fumando un cigarro en ropa interior con una mirada perturbadora. Fadanelli es de esos sujetos a los que siempre le suceden cosas raras y que tiene la capacidad para recrearlas de manera personal y sugerente.

Este ejercicio editorial es muy del estilo de las revistas gringas. Saca a los autores de su ambiente natural en la sección olvidada de libros en los supermercados, y los coloca en las páginas de una revista, más cerca del área de cajas y de las manos de futuros compradores. Eso es agradable para escritor y lector. Además, desquita los $47 pesos que gasté.



miércoles, 25 de enero de 2012

AMOR VERDADERO

Una hermosa rubia vestida con un traje sastre negro cuida a un hombre flaco y tuerto que usa un parche. Él piensa que la rubia lo quiere matar. La verdad es que ella lo cuida para que no se mate. Ha intentado poner fin a su vida tantas veces que la rubia ya perdió la cuenta. Eso comenzó cuando el flaco tuerto libró un fallído intento de robo bancario en donde estuvo a punto de morir. Todavía no estaba tuerto. Perdió el ojo por una bomba que estalló dentro de un automóvil donde iba él escapando de la rubia. Entre el asalto y la bomba hay una atormentada y bella historia de dos seres humanos infelices, que habiendo hallado el amor, decidieron hacer infeliz al otro para completar su vacío. Ahora son ama y mascota tuerta. Cada noche hacen el amor como dos gatos, para ofenderse el resto del día. El tuerto siempre saca un cuchillo bien afilado de la cocina, y lo pone debajo de su almohada para clavarselo a la rubia en la garganta después del sexo, pero no se ha decidido aún. En cambio, la rubia es muy paciente y dedicada, hasta que no puede más y responde a los insultos de él. Su mejor venganza es tomar el control en la cama, y ya que ambos alcanzaron un orgasmo simultáneo, la rubia toma un vibrador largo y grueso, y se lo introduce en el ano hasta que él gime como una gatita. Tal vez el amor verdadero es la destrucción de uno mismo y de todos alrededor. Por eso, desde que conoció a la rubia, el flaco tuerto sueña con una gigantesco hongo atómico que acaba con toda forma de vida en el planeta.


lunes, 23 de enero de 2012

MIS DÍAS CON LA BESTIA

18.11.2011

Nuevamente en la compactadora. No hubo trabajo, además, tres operadores fueron suspendidos por faltas. Llevo cuatro días en el mismo puesto, salvo ayer. No sé porque me eligen para esto, la verdad. Imagino que el día que que renuncie-que será en poco tiempo, espero-esto será una anécdota divertida, pero ahora no lo es.

Don José. el encargado de la máquina, ya me tiene más confianza. Me contó que tiene 450 mil pesos en el banco-no me dijo en cuál- y que va a comprar un terreno y un servicio funerario por cincuenta mil. También me comentó acerca de un "incidente" con el antiguo jefe de producción, en el que ése sujeto compró unas piezas nuevas para uno de los montacargas, y que aparentemente sustrajo de la empresa. Mis sospechas sobre ése estúpido gay de closet y fanático de la metafísica se confirman.

Todo el turno se me ocurrían imágenes que describieran la furia que siento de estar metiendo cartón con la pala a la boca de la compactadora. Incluso he tomado varias notas mentales, por si llego a escribir un relato sobre esto. Se podría llamar Mis días con la bestia. Habría muy poco realismo; más bien sería una prosa poética iracunda. Debe reflejar toda mi incomodidad y mis ansias de asesinar al supervisor.

Ya tengo pensado en demostrarle mi inconformidad al nuevo jefe de producción cuando cambiemos al turno matutino. No sé como lo pueda tomar, pero no pienso quedarme callado.

No pienso renunciar por un motivo así, pero si no tengo alternativa, tendré que hacerlo, no importa que no haya terminado el año.



domingo, 22 de enero de 2012

LA POLICÍA DE LA MENTE

Un genio del ajedrez fue asesinado en circunstancias misteriosas. Él era el único capaz de salvar al planeta ganado una partida contra seres superiores. El testigo presencial más cercano era su novia esquizofrénica, la cual huye cuando el homicidio se consuma. La policia de la mente la localiza finalmente hospedada en un hotel de mala muerte trabajando como prostituta. Después de consumar el coito con sus clientes, ella duerme, y en su sueño siempre aparece un hermoso leopardo mirándola fijamente con intenciones de devorarla. En ese momento es cuando despierta. Nunca le ha tomado importancia a ese extraño sueño. La policía de la mente lleva un registro de todos los sueños de la gente. Las pesquisas para dar con la mujer que buscan los conducen a la mirada fiera del leopardo y al reflejo de la posible presa. Detienen a la prostituta esquizofrénica en pleno acto sexual con un sujeto que únicamente llega al orgasmo si se ahorca menos de un minuto. Enmedio de su captura, ella se distrae y el cliente muere asfixiado. La policía de la mente puede regresar en el tiempo si hay un recuerdo que reconstruya los detalles del momento al que se quiere volver. Para salvar al ajedrecista, su novia reacciona en el momento justo, pero no logra acordarse del rostro del asesino. Enseguida, la policía de la mente le borra la memoria, y el planeta evita el peligro ganado la partida contra esos extraños seres.


martes, 10 de enero de 2012

SUEÑO DE T.V. Y DINOSAURIO

18.12.2011

Apenas cerré los ojos a las 5 de la mañana y tuve uno de esos sueños raros.

Primero, me encontraba en un evento del Tec. Era como una especie de reportaje sobre una obra o festival en donde convivían gente en silla de ruedas y personas normales. De pronto aparecía un sujeto regordete, vestido de ranchero y con el rostro de Gerardo Naranjo, director de Miss Bala. Empezó haciendo chistes y bromas, la más llamativa fue cuando se puso unas bragas blancas encima de su ropa. Para cerrar, dos condusctoras hablaban más del evento y despedían el reportaje y mandaban a otra cosa, como si estuvieran en televisión.

Enseguida veía a una chica con el vientre abultado como si estuviera embarazada, montada en un carretón en una avenida llena de automoviles. Como si fuera otro segmento de un programa televisivo, y ella otra conductora, comentaba que buscaban un pintor para llevarlo a un pueblo y ayudar a un negocio. Ahora observaba todo desde el punto de vista del conductor de una camioneta que hacía el recorrido por carretera hasta dicho lugar. Estacionaba cerca de una plaza, y travesaba una hilera de negocios para terminar en algo asi como un mercado sobre ruedas. De entre una multitud que había en la calle, acababa siguiendo a una anciana que me decía que me llevaría al negocio que debía pintar. Al terminar el camino que recorría junto con la vieja, había una pendiente, y luego empezaba otra calle sin asfaltar, llena de cemento, en sentido contrario. Tomamos por esa calle, y casi sin darme cuenta, salté dos monticulos enormes. Cuando estaba por continuar, ví que de uno de ellos sobresalía una mano esquelética, y una par de pies con uñas como de dinosaurio. Escarbé un poco y hallé la cabeza del cadáver con la calavera expuesta y algo de carne todavía. Aposté a que el otro montón de cemento escondía otro cuerpo. A mi lado escuché a la anciana que me acompañaba decir que todo aquello tenía mucho tiempo de estar ahí. Noté que poco a poco se reunía un grupo de gente a mirar con actitud pasmada.

Y en eso desperté.