sábado, 21 de julio de 2012

PARAÍSO

                                              Para Nini Johanna, tentación siempre presente


Dueña de tí misma,
refulges con insolencia
como manzana de oro
presa de su deleitable zumo.

Ávida aún de caricias,
busco con desenfreno
alcanzar tu corazón verde precioso,
rozar suavemente su superficie
y expresar como un halago
mi voz estremecida.

Pliegas tu cuerpo
de Musa caprichosa
en velos de gemidos
que te glorifican,
sin sospechar que eres
el objeto de mi carnal arrebato.

Viéndote así,
tu poder se abre
con desenfreno
en el vital torrente
que te circunda
y hace gritar
lo que oculta
el veneno de tu ropa.

Presto a hacerte olvidar
cáscaras ancianas de tu piel,
desnudas lágrimas y vistes confianza
cuando mi lenguaje abre
sensuales maravillas
que te colman al tacto.

Deseas ser seducida
en cuerpo y sentimiento,
con acciones que fructifiquen
más cada día;
con caricias furtivas
que te aparten de la rutina;
y un te amo
que al decirte
te suene a húmeda delicia.


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